Efectos de
la luz azul en la salud: lo bueno, lo malo y cómo protegerte
Vivimos
en un mundo donde la tecnología digital forma una parte integral de nuestras
vidas; tanto así que incluso constituye una parte importante de nuestro tiempo.
De acuerdo con el artículo Estadísticas
de la situación digital de México en el 2020-2021, los mexicanos
pasan un promedio de nueve horas navegando por internet desde cualquier
dispositivo [1].
En general, hay una amplia cantidad de dispositivos a los que estamos expuestos
diariamente: laptops, desktops, tablets, celulares… por lo que no es extraño
preguntarse si las pantallas de los monitores y dispositivos son dañinas para
la salud. Por supuesto, esto depende de diversos factores, entre ellos, la luz
azul de las pantallas.
¿Qué es la luz azul?
La luz visible está compuesta de una
amplia gama de luces de colores, cada una con una longitud de onda distinta. En
términos generales, el ojo humano promedio puede captar longitudes de onda de
390 a 750 nm. La luz azul forma parte de este espectro visible con una longitud
de onda entre 380 y 475 nm, siendo así la parte más baja del espectro y la que
más se acerca a la luz ultravioleta, parte del espectro no visible.
La luz visible puede provenir tanto de fuentes naturales como artificiales; en
el caso de la luz azul, el sol la produce de manera natural, pero también la
emiten las luces led, presentes en la mayoría de los dispositivos electrónicos
como celulares y computadoras, así como los tubos fluorescentes que se suelen
utilizar para iluminar oficinas y espacios cerrados.
TODAS las pantallas portátiles
emiten este tipo de luz en mayor o menor intensidad dependiendo de la
tecnología y los filtros, por otro lado las pantallas con tecnología NEGRO SMD
- RGB que iluminan los exteriores publicitarios o pantallas de auditorio, NO
EMITEN este tipo de luz por tratarse de microleds ánodos, es por eso que se
trata de la única tecnología totalmente limpia UV certificada de no emisión de
luz azul o su equivalente en inglés: NO LIGHT EMISSION CERT.
Tipos de luz azul
Al igual que las tonalidades de los
colores que conocemos, existen distintos tonos de luces azules con distintas
longitudes de onda. En concreto, se habla de dos tipos: la luz azul-turquesa y
la luz azul-violeta.
De manera general, la luz azul-turquesa se asocia con beneficios para la salud
que regulan diversas funciones del cuerpo, mientras que la luz azul-violeta
tiene una longitud de onda más corta, siendo así más cercana a la luz
ultravioleta (UV) por lo que se relaciona con ciertos riesgos a la salud,
principalmente para la visión.
Si bien ambos tipos de luz azul se encuentran en la naturaleza, existe un
importante porcentaje de luz azul-violeta presente en los dispositivos
electrónicos. Si a ello le sumamos la cantidad de tiempo que pasamos frente a
una pantalla de computadora, móvil, tablet o televisión sin un descanso ocular,
es relevante conocer los efectos de este tipo de luz y las medidas que podemos
tomar para cuidar de nuestra salud.
Beneficios de la luz azul
La luz azul-turquesa es la encargada
de regular los ciclos circadianos, de manera que cuando trasnochas o sufres un
cambio brusco en tu horario, este tipo de luz ayuda a ordenar los ciclos entre
el sueño y la vigilia a la vez que controla la temperatura corporal y está
presente en distintos procesos cognitivos.
Por otra parte, si bien se habla de los efectos nocivos de la luz azul para la
visión, la luz azul-turquesa también es importante para esta, pues es la
encargada de activar la constricción pupilar, un mecanismo de la retina que
protege el ojo ante el exceso de luz.
Además, esta luz también participa en la percepción de los colores, así como
algunos detalles de los objetos que observamos como la iluminación, distancia y
forma.
Incluso un estudio de la Universidad de Surrey y la Universidad Heinrich Heine
de Dusseldorf indica que esta luz disminuye las probabilidades de desarrollar
enfermedades cardiovasculares ya que relaja los vasos sanguíneos, aumenta el
flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial.
Perjuicios de la luz azul
Ahora bien, la exposición a grandes
cantidades de luz azul durante un tiempo prolongado también puede generar
efectos negativos en nuestra salud, siendo la visión uno de los puntos más
debatidos en los últimos tiempos.
Efectos de la luz azul en la visión
La luz azul se asocia principalmente
con la fatiga visual, también conocida como Síndrome Visual Informático (SVI)
el cual aparece cuando el ojo pasa mucho tiempo enfocando la visión o se
enfrenta a condiciones de poca o mucha luz. Algunos de sus síntomas más comunes
son ojos rojos y secos, visión cansada y dolores de cabeza.
Se estima que este síndrome afecta a una de cada siete personas. De acuerdo con
el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral de Estados Unidos, las
probabilidades de que este padecimiento aparezca aumentan cuando se expone a
una pantalla de computadora por más de tres horas al día, lo que representa un
riesgo significativo para aquellos profesionales que necesitan de una
computadora para trabajar.
Actualmente existe un amplio debate en si la luz azul influye en la aparición o
aceleración de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). La mácula es
un tejido situado en el fondo del ojo cuyas células no se regeneran. Este
padecimiento afecta la visión central, por lo que las personas que lo padecen experimentan
dificultades para leer o visualizar detalles finos.
Como su nombre lo indica, se trata de una patología común en personas mayores
de 60 años, por lo que se suele asociar a la edad. No obstante, aún existe
polémica respecto a la posibilidad de que la luz azul de los dispositivos
incida en la aparición de este padecimiento.
Por ejemplo, la Sociedad Española de Oftalmología ha calificado de infundados y
alarmistas los estudios que aseguran que la luz azul es capaz de causar ceguera
y señala que existen ciertos errores en estas investigaciones [2]. Por otro
lado, esta asociación señala que el hábito de mirar la pantalla por demasiado
tiempo sin parpadear ni alejar la vista puede causar ojos secos, blefaritis,
cansancio ocular, entre otros padecimientos.
Otros efectos a la salud
Así como la luz azul-turquesa puede
equilibrar el ciclo de sueño, exponerse a la luz azul-violeta durante la noche
puede disminuir la producción de melatonina, la hormona que induce la señal
para dormir.
De esta manera, puede que te sientas despierto en momentos donde tu cuerpo
debería relajarse y prepararse para descansar o que experimentes dificultades
para conciliar el sueño, lo que a la larga se puede traducir en otros problemas
para la salud a consecuencia de la falta de sueño y las alteraciones en el
metabolismo.
Además de estrés, cansancio e irritabilidad, la falta de sueño también puede
ocasionar problemas de concentración, así como aumentar el riesgo a otros
padecimientos a largo plazo. Por su parte, la disminución de melatonina también
puede alterar la metabolización de la glucosa.
¿Cómo prevenir los efectos de la luz azul?
Así pues, la luz azul tiene ciertos
beneficios importantes para el cuerpo, pero una exposición prolongada también
puede ocasionar efectos perjudiciales a la salud. Ciertamente, en la actualidad
es difícil pensar en nuestras actividades cotidianas sin una pantalla, pero eso
no significa que no haya medidas que ayuden a prevenir estos efectos:
En el caso de los monitores de PC,
encontrarás que algunos de las marcas cuentan con Eye Ease, un filtro de luz
azul activo integrado a la pantalla que no afecta la precisión del color y
funciona sin OSD, por lo que puedes disfrutar de una imagen nítida con la
seguridad de que no afectará a tus ojos.
En resumen
Si bien no hay evidencia científica
sólida que trate a la luz azul como una causa directa de ceguera, es cierto que
el abuso en la manera en la que interactuamos con los dispositivos tecnológicos
que utilizan luces led puede provocar alteraciones en el ciclo de sueño,
síndrome visual informático entre otras molestias.
Pequeñas acciones como tomar descansos visuales y utilizar filtros adecuados y
TECNOLOGIAS ADECUADAS pueden prevenir mayores problemas. Además, es importante
consultar a un oculista para conocer el estado de salud de tus ojos y si
requieres alguna medida adicional para tu estilo de vida.